Distrito de Quinto
El segundo núcleo urbano más importante de Dos Hermanas está constituido por el Distrito de Quinto. El nombre de esta parte del término de Dos Hermanas -Quinto- es la evidencia del origen del mismo. Según los antecedentes históricos, por estos territorios discurría una antigüa vía romana, cuya quinta piedra miliar o hito de distancia se encontraba aquí. Por eso, en las referencias geográficas romanas se denominaba este lugar "Quintus ab urbe lapide" (Quinta piedra desde la Ciudad), posiblemente como entidad de población o parada donde reponer fuerzas los caminantes.
Según testimonios de la época visigótica, existía en el lugar un cierto núcleo de población, que conservó la religión y el culto cristiano bajo la dominación árabe. Hasta tal punto es así, que las crónicas de los historiadores árabes que recogen los acontecimientos que ocurrieron en el año 844, con motivo de la incursión de los normandos (los "vikingos", en el lenguaje popular) aluden a que desde la torre de la iglesia que existía en Quinto se acechaba la marcha de los invasores, que fueron derrotados finalmente en los campos de Tablada.
Es posible que el lugar de Quinto perteneciera a diversas familias árabes, que explotarían sus feraces tierras plantadas de olivar y viñas. Así, cuando fue reconquistada Sevilla, en el Repartimiento que hizo Fernando III se contienen referencias a "Quintos Moafir" y "Quintos Abencunit". En dicho Repartimiento, Quinto fue entregado al Concejo de Sevilla, con una superficie de 1.920 aranzadas, salvo una porción de 100 aranzadas de olivar y las casas que en el lugar se encontraban, que fueron donadas al caballero Guillén Bec.
Por documentos del siglo XIV, tenemos constancia de que parte de las tierras de la Hacienda de Quinto pertenecieron a las monjas de San Clemente, cuyo escudo y mención se conservan en un azulejo situado en uno de los accesos a la parte más antigüa del actual caserío. Otros propietarios antigüos fueron Pedro Fernández Cansino, Caballero Veinticuatro de Sevilla y el Adelantado de Castilla, Pedro Enriquez, que vendió la finca a su tía Catalina de Ribera. La familia Ribera poseyó estas tierras, vinculadas al Ducado de Alcalá y Medinaceli, durante varios siglos, hasta que en 1840 las adquirió la familia Ibarra.
En 1969 la finca rústica dejó de serlo, con lo que se produce un cambio radical en la orientación de Quinto. Así, se aprueba definitivamente un Plan Parcial de Ordenación denominado "Hacienda Grande de Quinto", promovido por una serie de propietarios de tierras en la zona, que da lugar al nacimiento de la actual población. El referido Plan Parcial de Ordenación proyectaba la construcción de 17.000 viviendas, acometiéndose de inmediato la ejecución de las obras, que en estas primeras fases se desarrollaban a través de la empresa "Huartquin, S.A.". Así se construyeron los primeros bloques, caracterizados por haberse utilizado en los mismos elementos prefabricados de hormigón.
Con la revisión del planeamiento urbanístico de Dos Hermanas por las Corporaciones elegidas a partir de la Constitución de 1978, el planeamiento de Quinto se adapta a las nuevas circunstancias de la legislación y a las necesidades de los tiempos. Así, el número de viviendas inicialmente previstas se reduce sustancialmente y comienzan a aparecer construcciones de menos altura y con más espacios abiertos. La aprobación del II Plan General de Ordenación urbana contempla la urbanización de la Dehesa de Valme, lugar que hemos elegido para crear una nueva Ciudad que sirva como núcleo de cohesión entre el casco urbano de Dos Hermanas y la barriada de Montequinto, integrando los distintos usos del suelo para lograr la mejor combinación de dotaciones posible y atendiendo a criterios de sostenibilidad, calidad de vida y respeto al medio ambiente. Será la bolsa de crecimiento más importante de la localidad porque albergará unas 12 mil viviendas, que situarán nuestra población por encima de los 150 mil habitantes. Este espacio residencial junto al Parque Tecnológico constituirá la Ciudad del Conocimiento. Se han previsto las inversiones para dotar la zona de las correspondientes infraestructuras y las dotaciones necesarias para cubrir las necesidades de sus habitantes, o sea, colegios, centros de ocio y restauración, comercios, zonas verdes y centros de salud, como referencias básicas.
Como característica señalada de este núcleo urbano destaca también el nomenclator de sus calles, en las que se han querido recordar los antecedentes romanos de estas tierras o el nombre de personajes que tuvieron que ver con ellas, y en otros de sus sectores, nombres vinculados al descubrimiento de América, plantas diversas y nombres de ciudades europeas.
Quinto, en la actualidad, es un Distrito de Dos Hermanas integrado por las Urbanizaciones "Hacienda Grande de Quinto", "Las Palmeras de Condequinto" y "Los Cerros de Quinto", y los espacios que existen entre estos enclaves urbanísticos. Por su población, el Distrito de Quinto tiene más habitantes que la gran mayoría de los Municipios de la Provincia de Sevilla, y en esa línea ascendente continúa, con visos de gran ciudad y con una población cada vez más identificada con su "habitat".